Nuevo reto para el Tenerife – BikePoint – La Sede, que a partir de este viernes disputará la Vuelta a Ávila, una prueba que contará con tres etapas con protagonismo para la montaña. Tras un mes donde la estructura chicharrera ha conseguido buenos resultados, el equipo se marca este desafío como una prueba de nivel donde buscará ser protagonista. 

La Vuelta a Ávila arrancará con una jornada etapa inicial corta, de 100 kilómetros, con un trazado más exigente de lo que refleja el perfil. Las ascensiones a la Cruz de Hierro y  la Lancha, de tercera categoría, serán las principales dificultades del día. El equipo deberá mantener la concentración, especialmente en la última subida, para llegar con opciones a línea de meta, ubicada a 18 kilómetros del alto.

Con 2.000 metros de desnivel acumulado, la exigencia hará acto de presencia en la segunda etapa. Tras un arranque en un terreno rompepiernas, la ascensión a Guisando, un puerto de 7 kilómetros con una pendiente media del 7%, desatará las hostilidades en el grupo en busca de las primeras diferencias en la clasificación general dada su cercanía a la línea de meta.

La etapa reina de la Vuelta a Ávila llegará en su jornada de clausura, con un arranque frenético donde se prevé una gran lucha por consolidar la fuga del día al paso los Aguillones y Serranillos. El tramo decisivo llegará en el último tercio de la etapa, donde el alto de Mijares, una subida de suma identidad, y el encadenado de San Juan y El Barraco serán la antesala de un explosivo último kilómetro que desenvocará en línea de meta.

Para la Vuelta a Ávila, el Tenerife-BikePoint-La Sede alineará a Adrián González, Jon Kade Kreikemeier, Rubén Pérez, Joshua Ethan Dike, Jack Marshall  y Enzo Tallarico.