El Tenerife-BikePoint-Gsport disputará esta semana la Vuelta a Zamora, una prueba de entidad que contará con cinco etapas en un terreno sumamente exigente. La formación insular afronta este reto con ambición y ganas de buscar protagonismo en una de las rondas por etapas de más prestigio en el calendario élite y sub-23.
En la primera jornada, los corredores del equipo tendrán que superar un recorrido de poco más de 100 kilómetros por un trazado prácticamente llano. Ya en la parte final de la prueba, la carrera se adentrará en un circuito al que tendrán que dar tres vueltas por las calles de Benavente que desembocará en la recta de meta, donde la Cuesta del Hospital, que cuenta con una pendiente máxima del 7%, dictará sentencia. El conjunto chicharrero deberá llegar bien colocado a esta pequeña subida para mantener las opciones de victoria y no dejar escapar ningún segundo con la vista puesta en la clasificación general.
El segundo día de competición dejará el primer final en alto tras una etapa de 136 kilómetros con inicio en Muga de Sayago y final en Villalcampo. Jornada propicia para buscar la fuga del día en un terreno que volverá a presentar unas características similares a las del día anterior hasta llegar a Villalcampo (3ª categoría), que será la primera toma de contacto con las cotas en esta Vuelta a Zamora. De nuevo, una buena colocación será primordial para afrontar los 5 kilómetros de ascensión en la parte cabecera del gran grupo.
La exigencia en la Vuelta a Zamora llegará en la tercera etapa, donde el equipo tendrá que afrontar un total de 140 kilómetros con hasta 9 cotas puntuables. El recorrido, rompepiernas en todo momento, propiciará que la carrera se seleccione paulatinamente en cada uno de los repechos. El conjunto, consciente de la dureza del trazado, buscará infiltrarse en los posibles cortes que se puedan generar en los primeros compases de la etapa y aprovechar cualquier oportunidad que brinde la carrera antes de llegar a la última subida al Alto del Castillo (2ª categoría) y a Carbajales del Alba (3ª categoría), donde estará ubicada la línea de meta.
La penúltima jornada albergará la etapa reina de la Vuelta a Zamora. Más de 3.000 metros de desnivel positivo en un día donde se esperan grandes diferencias en la clasificación general. Jornada para los fondistas del equipo, que prácticamente de salida tendrán que afrontar la subida al alto de Padornelo (3ª categoría), lugar idóneo para infiltrarse en la escapada. En el ecuador de la etapa dará comienzo la primera de las dos vueltas a un circuito de 40 kilómetros que incluye las ascensiones a Ladiairo (2ª categoría) y Marabón (1ª categoría), donde la carrera terminará de romperse. Una vez abandonado el trazado, restará el plato fuerte de la jornada, la ascensión al Parque Eólico de Lubián (1ª categoría) que acabará de perfilar la clasificación general.
Tras la exigencia de la jornada anterior, la etapa de clausura contará con un recorrido mucho más asequible de poco más de 100 kilómetros, donde únicamente habrá dos cotas puntuables y estarán ubicadas en la primera mitad del recorrido. Jornada teóricamente para los hombres rápidos del equipo, que buscarán su oportunidad intentando sorprender en los últimos kilómetros o en la volata.
Para la Vuelta a Zamora, el Tenerife-BikePoint-Gsport contará con Miguel Moya, David Zafra, Rubén Pérez, Antonio Gómez, Pedro López y Rodrigo Ruiz.